Hace ya una semana que volví de Berlín. Ya me acostumbre al cambio horario y al cambio de temperatura. Finalmente son, de las diferencias entre Berlín y Buenos Aires, las más fáciles de asimilar. El martes pasado, antes de empezar con los trámites de la vuelta, me hice un rato para ver la tercera película del festival (ví solamente 3 películas, una verguenza que sólo compensan los mas de 100 dvds que me traje en la valija). Fue en una función de Mercado, y la película era Meek´s Cutoff, de Kelly Reichardt, película que quería ver hace rato, sin suerte.
Acerca del "visionado de material", una vez un distribuidor me dijo lo siguiente: "yo antes, a los 10 minutos, ya sabía si una película servía o no. Ahora (y esto lo decía con un dejo de tristeza) las dejo hasta que termine el primer rollo". Creo que esta anécdota toca algo central del trabajo del distribuidor: cómo accede al material, cómo lo vé, y de qué manera distingue si puede o no servir a sus propósitos (léase, en general, vender muchas entradas).
Las proyecciones de mercado como la de Meeks Cutoff son, precisamente, una forma de acceder al material. Estas proyecciones se organizan en todos los mercados, y son contratadas por los vendedores al festival para los compradores que, si asisten, quedan registrados para que el dueño de la película pueda después hacer un seguimiento, y confirmar o no un interés de compra. Los distribuidores ven este material, se supone, de una manera diferente a un espectador común, tratando de detectar si la película tiene o no elementos atractivos para el público (digamos escenas de acción, comedia o romance), o que de alguna manera faciliten o promuevan su difusión (un documental sobre un tema de interés, un protagonista muy popular, etc...). Si el distribuidor descubre esto, por ejemplo, antes de los primeros 20 minutos de la película, se supone según el Manual del Distribuidor que debe salir corriendo de la proyección, reunirse con el vendedor y tratar de comprarla antes de que la competencia se le adelante. Si el distribuidor, por el contrario, no descubre nada de esto, debe salir corriendo también, pero para entrar a otra proyección donde sí puedan haber escenas de acción, comedia, etc...
Cuando entré a ver Meek´s Cutoff no había nadie en la sala 12, una de las salitas que el Festival reserva exclusivamente para proyecciones de Mercado. Faltaban 5 minutos para el inicio de la proyección, y mi pesimismo natural me hizo pensar que iba a ver la película solo. Sin embargo, para mi sorpresa (películas como esta no suelen ser populares ni entre los compradores curiosos) entraron muchos distribuidores durante los siguientes 20 minutos, hasta casi llenar las 60 butacas. Me quedé esperando que la mitad o mas se fueran antes del final, pero la gran mayoría se quedó y vió hasta los créditos. Entonces hojée mi Manual del Distribuidor buscando una explicación, pero como nadie se había ido antes de los 20 minutos no pude saber si la película había gustado o no...Unos días después, ya en Buenos Aires, el vendedor me escribió para saber si me había gustado, y si me interesaba. Le dije que me había gustado, mucho. No hacía falta hojear el Manual para saber que ningún distribuidor argentino se había interesado todavía por esta película increíble.
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