13 dic 2010

Por la ventana



Algunas ideas que se me vienen a la cabeza una semana después del final de Ventana Sur:

- La pregunta recurrente es ¿para qué sirve Ventana Sur?, y deben haber muchas respuestas posibles. La oficial es lo que opina el INCAA: un encuentro entre películas latinoamericanas y compradores, festivales, vendedores internacionales, etc... Se trata de una respuesta convincente, que no nos deja pagando y que tiene la enorme ventaja de que nos evita pensar, por lo que suele ser la más citada. No estoy seguro de qué piensan los directores o productores latinoamericanos de esto. El año pasado escuché decir que no se había vendido nada en Ventana Sur, aunque la convocatoria de vendedores había sido impresionante. Este año no vino tanta gente (diría) aunque daba la sensación de que estaban, en general, los que realmente querían participar del mercado, como si el encuentro fuera de a poco encontrando su escala.

- Otra pregunta recurrente es si vale la pena la inversión evidentemente grande que hace el INCAA para promover un material que puede generar un interés limitado de parte de los actores del negocio del cine mundial. Para esta pregunta no hay respuesta de manual, que yo sepa. Se trata de un evento que es marca registrada de la actual gestión del Instituto, por lo que seguramente se harán esfuerzos extraordinarios para que el mercado se vea brillante. Desconozco el presupuesto real, aunque considerando la cantidad de gente invitada no debe ser pequeño.

- En ese sentido también, algunos de los invitados vinieron atraídos por las cualidades turisticas del viaje, y no aparecieron por el Cinemark Puerto Madero (sede de Ventana Sur), o lo hicieron a cuentagotas. Seguramente un fin de semana casi de verano haya resultado una tentación demasiado grande al lado de la carpa blanca con su Avenida de Negocios (Nota: hay que hacer algo con los nombres de este tipo de lugares), los screenings, la videoteca, y otros lugares cerrados llenos de gente de cine.

- Para los dsitribuidores de cine extranjero que no tienen la posibilidad de viajar a los mercados grandes como Berlin, Cannes, AFM, etc... es una oportunidad inmejorable para encontrarse con compañías que sólo conocen por mail o teléfono. A las compañías, a su vez, les interesa también aprovechar Ventana para vender (no podría asegurar que les interesa más vender que comprar, pero sería interesante averiguarlo). La presencia de los distribuidores locales, a pesar de representar este atractivo para los invitados, no pareciera ser en absoluto prioritaria para la organización del mercado (como tampoco lo es para la organización de los festivales grandes de nuestro país, a excepción de aquellos distribuidores que ceden algún título, y esto sólo el año en que lo ceden, claro)

- Con la segunda edición, se despejó la sospecha de que Ventana podía durar sólo un año. Todo pareciera indicar que habrá una tercera edición, el año próximo. La sospecha de que la aparición del mercado iba a marcar la muerte lenta del Festival de Mar del Plata también pareciera no condecirse con la realidad, casi dos años después.

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