12 feb 2012

Morir

Trabajé 7 años en 791cine. Aprendí de este negocio, conocí gente increíble y participé en la promoción de un cine exquisito durante todo ese tiempo. Hoy, con unos meses ya haciendo andar a TREN, no puedo dejar de mirar con mucho amor y algo de melancolía esa experiencia. El primer año de trabajo intenso en la distribuidora estrenamos varias maravillas, entre las cuales estaba Tarnation. La película ganó, al año siguiente, el Premio Fipresci. Una buena señal, en ese entonces.

Hace una semana 791cine volvió a ganar el premio con la última película de cuyo estreno participé, la enorme "Morir como un Hombre". A la premiación asistió en representación Claudina Morgulis, y leyó en su discurso una carta de despedida. La reproduzco acá, con tristeza, porque habla en pocas líneas de lo difícil que es este trabajo, y porque ningún medio lo levantó (algo mas que extraño tratando se de una premiación...de prensa). Acá va:

"Muchas gracias a Fipresci por darnos semejante alegría. Es la segunda vez que nos honra con este premio. La primera cuando recién comenzábamos allá por el año 2006. Tarnation  ganó el premio de ese año. Fue nuestra segunda película como distribuidores Ahora, lo ganamos con “Morir como un hombre” , uno de nuestros últimos lanzamientos, en el año en que cerramos 791cine.

Han de perdonar la osadía y descortesía de , en lugar de hablar de esta gran película, hacerlo sobre la distribución de cine de autor en Argentina. No podemos desaprovechar este atrio justo cuando nos estamos yendo.

Cerramos porque fracasamos. Quisimos traer a nuestro mercado lo que entendíamos como lo mejor y lo más representativo de la vanguardia de cine de autor. Estrenamos y editamos en DVD 50 películas, algunas argentinas y el resto americanas, francesas, alemanas, turcas, japonesas, chinas, danesas, suizas y canadienses.

Comenzamos estrenando en formato fílmico. Enseguida nos dimos cuenta  de que no había masa crítica suficiente para el tipo de material que nos interesaba. Entonces empezamos y fuimos los primeros en tratar de imponer el formato digital con proyecciones en DVD. Tratamos de que los exhibidores pusieran los equipos, propusimos en muchos casos modernizar a nuestro cargo alguna sala a cambio de programarla. A ningún exhibidor le interesó.
Finalmente terminamos programando una sala en un cine que pese a estar muy bien equipado el público rechazó. Tratamos de participar en festivales, nuestra presencia nunca fue bienvenida y en alguna ocasión politizada.
Esperamos que la infinidad de espacios INCAA convocara al cine de autor internacional. No sucedió. Fuimos atentos observadores de la implementación de la “cuota de pantalla”  para el cine nacional, sabiendo que en última instancia el que iba a quedar sin pantalla no sería el último tanque de Hollywood sino el cine de autor.

Desencantados con la exhibición cinematográfica y atentos a los cambios en el patrón de consumo, ideamos e implementamos una colección de DVDs solo para ver cómo nuestros títulos se bajaban ilegalmente en internet y nuestros DVDs se copiaban inescrupulosamente,  inclusive en algunos videoclubes.

Fuimos primeros en la defensa  judicial de la zona ante la indiferencia y escepticismo del medio .

Hemos de aclarar a esta altura que no   nos estamos refiriéndonos al resultado financiero. 791 nunca lo tuvo y tal vez habría que suponer que por el tipo de material que nos propusimos distribuir nunca lo tendría. Estamos hablando de impacto cultural. Si el público no va al cine, no compra los DVDs, si los exhibidores no se apartan de la política miope de confirmar la disponibilidad de la sala 3 días antes del lanzamiento, si nadie cuestiona la cuota de pantalla, fatalmente nos debemos preguntar a quien le interesa ver y que sea visto este material. Esto es lo que llamamos impacto y es en ese  sentido que habiendo fracasado, cerramos.

Amamos el cine y estos años han sido intensos y apasionantes. Esperamos que en algún momento cambien las condiciones para volver con bríos renovados.

Nuevamente, muchas gracias amigos de Fipresci."

1 comentario:

  1. Debemos reconocer que 791 se obstinaba en exhibir sus películas en formato DVD y en salas menores, en lugar de hacerlo en fílmico o en HD, como se debe y en ámbitos acordes a las exigencias de un público sofisticado, como las salas MK2 de la Biblioteca de Paris o el Grand Screen del Tribeca Grand Hotel.

    Los críticos de cine se dieron cuenta a tiempo de esa burda maniobra fraudulenta y la denunciaron.

    Hoy ningún cinéfilo corre el riesgo de padecer la falta de confort de una sala mediocre, ni el oprobio de una exhibición en DVD de alguna película de 791.

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