En un momento, en la película "Hipólito" de Teodoro Ciampagna (estrenada en Buenos Aires el jueves pasado), un personaje le pregunta a otro para qué quiere hacer algo. No por qué, sino para qué. La diferencia entre las dos preguntas, explica, es que el para qué nos conecta con el futuro, miesntras que el por qué lo hace con el pasado. Cuando ví por primera vez la película decidí tomar esa idea para mis Seminarios de Distribución: ¿para qué estrenamos una película?
Justamente en unos de esos Seminarios conocí a Paola Suárez, productora de "Hipólito", y parte de esa productora-distribuidora-movimiento que hoy conocemos como Cine Cordobés. A fines del año pasado, después de aquel seminario, arreglamos con Paola y las productoras de las otras dos películas (Inés Moyano de "De Caravana" y Lorena Quevedo de "El Invierno de los Raros") trabajar juntos para la distribución de las tres películas en Argentina. Mi rol no sería el de distribuidor, sino mas bien el de consultor. Y los estrenos no tendrían la forma de un estreno tradicional, porque sus Para Qués no eran los comunes, sino mas bien los particulares de Cine Cordobés: dar a conocer un grupo de películas, el cine de una región, autores y productoras, cobrar un subsidio, fomentar una Ley de apoyo al cine en la provincia de Córdoba, facilitar próximas producciones, crear una distribuidora cordobesa...
En estos días se habló mucho de Cine Cordobés: se estrenó en Buenos Aires primero De Caravana, luego Hipólito, y este jueves El Invierno de los Raros. Todas ya habían tenido un exitoso estreno cordobés hace unos 6 meses. Se habló mucho de Cine Cordobés, pero no por suerte, sino por trabajo. La difusión era uno de los Para Qués. Muchos otros de los Para Qués fueron logrados, también. Y ese éxito fué tal, porque antes estuvo la pregunta: ¿Para Qué estreno mi película?.
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