O por lo menos eso es lo que quiso decir Javier Rebollo, director de "Lo que sé de Lola" y "La mujer sin piano", cuando nos citó a Carlos Zumbo, Pascual Condito y un servidor, a formar parte de una escena a rodarse en el Hospital de Clínicas, más precisamente en la sala de terapia intensiva, para su nueva película "El muerto y ser feliz".
El diagnóstico del Dr. Rebollo es discutible, pero los momentos pasados en bata junto a estas dos celebrities de la distribución local fueron sin dudas inolvidables.
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