Capitán Iluso

"El Ilusionista" de Sylvain Chomet
Francia / Gran Bretaña. 80 minutos
Distribuidora: Zeta Films
Salida: 14 salas

Crítica: Muy Buena (La Nación, Página/12, Clarín)

Sala de la función: Arteplex Belgrano.
Horario: Domingo, 21.05hs. Segundo fin de semana.
Público en sala: aproximadamente 30. Público joven (considerando el promedio de edad del Arteplex).
Resultado de Taquilla (acumulado): 15.000 espectadores.

Curiosidad (1): El Ilusionista se estrenó el 23 de diciembre para aprovechar una fecha bastante liberada de estrenos para los multipantallas, y las salas en general: el 25 fue feriado, y perderse un sábado completo (y seguramente parte del viernes 24) no es algo deseable para ninguna distribuidora. Esto permitió que la película tuviera una muy buena salida (muchas y muy buenas salas), pero también tuvo su costo: superó por poco las 6000 localidades en su fin de semana de estreno, siendo la segunda película con mejor promedio de tickets por copia. La película conservó así casi todas las salas y tuvo su revancha: el segundo fin de semana cayó muy poco (menos del 20%) y tiene buenas chances de, al menos, no ser un fracaso comercial (lo cual hablando de una animación europea para adultos y sin diálogos, con estreno en tantas salas, equivale a un éxito).

Curiosidad (2): Ver El Ilusionista en el Arteplex Belgrano es como ir a mirar un gran espejo: la película habla de una forma de entretenimiento en extinción, y por lo tanto del paso del tiempo, en una sala de las que ya no quedan, bastante descuidada, en una función con poco público... La película puede ser pensada también como un problema de distribución: en qué lugares el mago consigue público, y en qué otros se ve desplazado por una forma de entretenimiento más actual, joven y convocante. Se podría incluso trazar paralelos con la realidad de nuestro mercado cinematográfico, y preguntarnos: ¿Quienes son los Tatischeff de nuestro cine? ¿Quienes los Britoons, la banda de rock de moda? ¿Qué sala de cine representa al pub escocés, y cuál a los teatros de Londres y Edimburgo donde T. actúa para casi nadie? La desesperación de los viajos artistas de music hall también podría tener un paralelo con nuestro negocio: conozco más de un mago con ganas de comerse su propio conejo...